La primera semana de octubre.
Júlia acude a su primera clase de segundo curso profesional del conservatorio de música. Tiene tantas ganas de empezar como de hacer amigos. Enseguida empezó a hablar con todo el mundo.
La primera clase, lenguaje musical, después, hora libre.
Había una gran explanada con un muro en el que todo el mundo se sentaba a charlar con sus amigos en sus horas libres, o mientras esperaban a que el profesor llegara o sus padres viniesen a recogerlos.
Júlia se sacó un paquete de galletas y se sentó a comérselo. No tuvo otra opción para entretenerse que escuchar la conversación de los chicos de al lado.Uno rubio, otro moreno. Demasiado moreno. Seguramente habría pasado un verano entero en la playa para estar así.
-Es que cuando termine el grado profesional, quiero irme a Francia a hacer el superior, pero para eso necesito aprender francés y no tengo ni idea.
-Vaya putada...
-Pues sí. Explícame cómo aprendo francés en un año.
Júlia respiró hondo.
-Voulez-vous parler français?- El muchacho miró a Júlia bastante sorprendido. El amigo incluso algo más.
-Creo que te ha dicho algo de francés.
-Que si quieres hablar francés.- Se echó a reír.
-¡No puede ser! ¿Sabes francés? ¡Qué fuerte! ¿Estabas escuchándonos?
-No tenía más remedio...
-Tú no vienes mucho por aquí, ¿verdad?
-No. Es mi primer año. Me he mudado.
-Hala... ¿en qué barrio vives?
-En Parques Verdes.- el chico parpadeó rápidamente y se quedó boquiabierto.
-¡No puede ser! ¡Yo también vivo ahí! ¿Por qué parte?
-Por donde están Los Miradores, los edificios de colores... que hay un parque al lado de un instituto, que tiene un lago...
-¡Increíble! ¡Yo vivo en Los Miradores! Menuda coincidencia, estoy alucinando...Bueno yo soy Héctor, encantado.- Le dio dos besos a Júlia, presentándose ella también.- Por cierto, ¿qué hora es?
-Las siete y media.
-¡Me tengo que ir a clase ya! Encantado otra vez, hasta luego si nos vemos...
Júlia se quedó pensativa. Qué forma mas graciosa de conocer a alguien. Ni si quiera ella sabía de dónde había sacado el valor para decir esa estúpida frase en francés. Se quedó en blanco por un momento. Y media... Reaccionó rápidamente. Creyó que tenía una hora entera libre pero en realidad sólo era media. Anduvo ligera hasta el aula de instrumento. Menos mal que no había nadie. Miró al fondo del pasillo. Una mujer, algo gruesa, se dirigía hacia donde ella estaba con un montón de papeles, quizás partituras. Era ella. Su profesora.
-Tú debes de ser Júlia. ¿No?- Júlia afirmó la pregunta.- Yo soy tu profesora. Me llamo Fátima. Hoy no haremos gran cosa. Me tocarás las últimas obras que estudiaste y te mandaré las que tienes que aprenderte este año. Si nos sobra tiempo podemos hacer algunas escalas...
Demasiado para el primer día. Acabó la clase algo exhausta. En ese momento se le quitaron las ganas de haber empezado por fin el curso.
Pronto, ese pensamiento cambió.Al salir, volvió instintivamente al muro y lo vió. Allí estaba, otra vez, con el mismo amigo de antes. Su color rubio de cabello se veía ahora más oscuro. El sol se estaba escondiendo. Lo vio sentarse y sacar su guitarra. Parecía un modelo posando para una fotografía. Era perfecto para Júlia en todos sus sentidos. El único fallo: era un poco mayor para ella, pero siempre se ha dicho que el amor no entiende de edades. No dejaba de recordar una y otra vez esos dos hoyuelos que se le formaban al sonreír. Se acercó a él.
-¡Hola! ¿Guitarra? Interesante...
-Bueno, Héctor, mi padre me acaba de hacer una llamada perdida, me voy tío.- Héctor levantó la cabeza despidiéndose de su amigo y miró a Júlia para retomar la conversación.
-Sí, toco la guitarra, ¿Quieres escuchar algo?- Ella se encogió de hombros.
Una suave y preciosa melodía flotó por el aire. El ritmo de aquella canción marcó el pulso de los latidos de Júlia. Ese chico era increíble. De repente paró, la miró a los ojos. Le sonrió con sus hoyuelos otra vez.
-¿Te gusta?
-Sí, tocas bastante bien. Es algo normal estando en el último curso...
-Con todo lo que me ha costado llegar hasta aquí, tocar bien es lo mínimo...Oye, ¿tienes Tuenti de ese? Yo me lo hice hace poco y no tengo a casi nadie, te puedo agregar si quieres...
-Vale. Júlia Delgado Jotadé.
-¿Jotadé?
-Sí. Jota de Júlia y dé, de Delgado.-Se le escapó una risa tonta.
-Vale. Esta noche te agrego, espero acordarme. Yo también me tengo que ir ya. Me ha vibrado el móvil, supongo que será mi padre. Encantado.- Le dio dos besos.
Nada más girarse, Júlia se tocó la mejilla. Le observó hasta que salió por la puerta principal hasta verlo subir al todo-terreno negro que había a fuera. Se juró a sí misma que nada más llegar a casa, se lo contaría a su hermana.
Dios, me acabo de leer todos los capítulos y estoy bastante entusiasmada con la historia, de verdad. Espero el siguiente muy pronto, porque se que me costará resistirme jajaja. Un beso!! y que sepas que escribes muy bien =D
ResponderEliminarMuchisimas gracias! No se si me dara tiempo a subir el 11 hoy, si no puedo, mañana seguro que lo pondré :)
ResponderEliminarme he leido la historia de "tan solo 16" es increible en serio!! me ha encantado ^^ un besooo:D
pues si te gusto me puedes dejar un pequeño comentario en la entrada?? Me haria mucha ilusión, la verdad.
ResponderEliminarUn beso!! y seguire tu historia =D